Este domingo, según las mediciones de audiencia, un 83,4% de las personas que estaban delante de la televisión, vieron ganar a España en la final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania, retransmitida por Tele5.
El resto de cadenas de televisión, poco o nada tuvieron que hacer, porque aunque no a todo el mundo le gusta el fútbol, un evento de este tipo reune a la familia y amigos delante de la TV y se convierte en un contenido más social que deportivo.
En este sentido, me gustaría hacer un par de reflexiones. La primera, es que a la hora de valorar los contenidos, las mediciones de audiencia sólo tienen en cuenta un canal unidireccional como la TV, con el único fin de mostrar una información estadística más o menos fiable a los anunciantes y poder así justificar el desembolso económico que tienen que hacer éstos para programar sus anuncios. Personalmente, me parece que se quedan con una parte muy pequeña de los canales medibles y son los anunciantes los que deben vincular sus campañas en TV, con la repercusión de sus anuncios en las redes sociales, en sus ventas, etc.
En segundo lugar, creo que el éxito del fútbol en televisión, no sólo es por el contenido en sí, sino por la incertidumbre y el movimiento social que conlleva. ¿No sería interesante que las cadenas y productoras de TV tuvieran esa visión social desde las primeras fases de diseño de contenidos?