El COVID-19 ha traído a nuestras vidas la apuesta clara por la tecnología y por su uso cotidiano (sería abuso en otras circunstancias) Los que podemos estamos trabajando en remoto desde nuestras casas, usando aplicaciones de vídeo-conferencia, chats, cooperativos, con compartición de archivos, vídeo-streaming, en la nube… al margen de nuestras funciones.
Esto incluye a locutores de radio y presentadores de televisión, que ahora hacen sus programas desde sus casas con los medios que tenían o han podido reunir.
Después de “nuestra jornada laboral” (lo entrecomillo porque también hemos asumido que no somos productivos en un horario fijo), seguimos haciendo uso de muchos de estos medios para el ocio y entretenimiento y han surgido y crecido exponencialmente plataformas que en otros momentos pasarían más desapercibidas.
Grandes compañías han invertido muchos recursos en actualizaciones de productos que hasta ahora no suponían un verdadero motor en su portfolio. Por ejemplo, zoom, ha pasado de 10 millones de usuarios en diciembre de 2019 a más de 300 este mes.
En general, cualquier servicio que pueda ser consumido digitalmente ha crecido: streaming/vod, videojuegos… ¿Cuál es el éxito de estos servicios?
La TV tradicional
El consumo televisivo de los españoles ha experimentado un crecimiento medio de un 40% en este periodo de confinamiento. Esto significa que pasamos más de 4 horas de media frente a la televisión. Esto se explica fácilmente por el incremento de tiempo que pasamos en casa. A mayor tiempo en casa, más consumo de TV.
El mayor incremento se ha dado en informativos diarios y de forma más acusada en la población más joven.
El televisor como pantalla
Esto no significa que se destinen al consumo de televisión “lineal” o tradicional, ya que crece por encima de la media el consumo de televisión por internet, bajo demanda y en directo (streaming)
En mi grupo amigos, y creo que puede ser extrapolable, ha surgido la necesidad de ver canales de TDT en streaming, bien sea porque tienen la pantalla de TV ocupada o porque no se dispone de toma de antena en algún televisor que no se destinaba a tal fin. Las listas de URL’s m3u8 ha sido lo más demandado, por lo que igual habría que pensar que no se necesita una app para ver un canal, sino algo que aglutine al manos los principales y si es legal mejor.
“Video-streaming”
En directo
Dejando al margen los servicios de streaming profesional (radio y TV), muchos creadores de contenidos han tenido que aprender a usar esta tecnología, que está siendo más accesible que nunca. Vemos emisiones de cantantes y músicos ofreciendo conciertos desde los sofás de sus casas, entrenadores personales montando una clase deportiva en el salón, “influencers” ofreciéndonos su sabiduría enfrente de su ordenador y casi todos optan por la emisión en directo.
La plataforma ganadora ha sido Instagram / Facebook, bien sea por la simplicidad, las funcionalidades adicionales o las barreras de entrada de algunas otras.
Me atrevo a decir que casi ninguno de los que yo he visto en varias plataformas han contactado con algún profesional para crear o mejorar su emisión. Y por lo visto en los comentarios no ha sido tan malo.
Entiéndanme, si pagamos la entrada a un concierto, cuando vamos a presenciarlo, no toleraríamos que el grupo estuviera aún haciendo pruebas de sonido: “¿Se me escucha?” “¿Se ve bien?” “¿En vertical?”
¿Esto es porque no hemos pagado? ¿Es por la propia situación de confinamiento? ¿Es porque no hay otra alternativa?
Y un poco en broma, un poco en serio, reivindico para el futuro el puesto de “técnico de herramientas digitales” para las giras de músicos, clases grupales y creadores de contenidos en general.
Bajo demanda
Estos días las grandes “plataformas de streaming” (OTT’s) han tenido que reducir el ancho de banda. Esto demuestra el éxito de las mismas. Se hablaba de una burbuja en este sector y así lo tratamos en este post. Esta predicción ha dejado de ser válida, cuando un “abonado” ha pasado de una plataforma a consumir contenidos de 2 o incluso 3 y 4.
¿Seguirá esta tendencia en el futuro?
Bajo mi punto de vista, vamos a requerir más contenidos bajo demanda, en más momentos de nuestro día y desde diversos dispositivos, pero no exclusivamente de entretenimiento "pasivo": formación, clases, webminars...
Videojuegos
La definición de la RAE “juego electrónico que se visualiza en una pantalla” se queda muy corta en la actualidad. Pero el término abarca desde los juegos “AAA” con jugones “profesionales” a juegos simples en móvil para “matar el tiempo”, en redes sociales para ganar reconocimiento o webs que reemplazan los juegos tradicionales y que permiten compartir un tiempo con nuestros amigos.
Personalmente, me ha llamado la atención 2 tipos de contenidos. El primero por lo innovador y el segundo por lo simple.
Conciertos virtuales: Travis Scott en Fortnite
Dentro de uno de estos juegos, un mundo virtual como Fortnite, con millones de jugadores online, se organiza un concierto virtual, al que tienes que acudir con tu personaje un día y a una hora determinada (distinta según tu zona horaria) ¿Romperá las reglas este confinamiento entre los más jóvenes?
Juegos de mesa: “un bar virtual”
Necesitamos socializar, hablar, comunicarnos… y hasta ahora teníamos los bares, salas de reuniones / juegos…
Ahora nos queda juntarnos en video-llamadas mientras compartimos algún juego de cartas por ejemplo. No hace falta que la web incluya chats avanzados, llamadas en tiempo real… usamos los móviles, ordenadores y tablets para combinar servicios y plataformas porque queremos una experiencia más parecida a juntarnos frente a una mesa a disfrutar de un juego y algo de conversación.
¿Estos hábitos van a quedarse?
¿Volveremos a trabajar y vivir como antes? Yo no lo creo y en ARANOVA ya estamos trabajando junto con nuestros clientes en un catálogo de soluciones para un escenario distinto al que conocimos.
Con la edad nos cuesta más cambiar de hábitos pero el avance de la tecnología empuja justo en sentido contrario. Los hijos ya no participaban en muchas costumbres de sus padres, pero este uso extensivo de la tecnología, tal vez reduzca esa brecha generacional.
¿Va a quedarse el ocio digital? ¿Teletrabajo? ¿Video-conferencias en vez de visitas? ¿Horarios flexibles? Muchos cambios en poco tiempo.
Mis conclusiones, algunas no tratadas directamente en este post
- Somos seres humanos, seres sociales, que necesitan compartir inquietudes, conocimiento, creaciones…
- Necesitamos una respuesta de nuestra audiencia, un feedback que valore nuestra aportación.
- Demandaremos contenidos de diversas temáticas no sólo entretenimiento “pasivo”.
- Atendemos muchos canales online y exigimos una experiencia distinta según el momento y dispositivo de acceso.
- Precisamos algún buscador de oferta más especializado.