Internet funciona interconectando ordenadores y cuando accedemos a una web, un audio o un vídeo, nuestra solicitud llega a un servidor situado en cualquier parte del mundo y nos devuelve ese contenido que hemos solicitado.
Sin embargo nos podemos encontrar con velocidades desiguales dependiendo de la zona geográfica donde nos encontremos o de dónde se ubiquen los contenidos ¿La solución? Las CDN’s.